¿Qué es la cúrcuma?
La cúrcuma (Curcuma longa L.) es una planta de la Familia Zingiberaceae originaria del sudeste asiático. Se conoce desde tiempos milenario como especie aromática que ha sido usada en la gastronomía asiática para dar color y sabor a los alimentos. Los curcuminoides presentes en su rizoma anaranjado característico le confieren propiedades medicinales importantes.
Usos medicinales
El rizoma de la cúrcuma fue adoptado desde 2009 como producto medicinal por el Comité de Productos Medicinales Herbales de la EMA (European Medicines Agency). Esta planta ha sido usada como parte de la medicina tradicional (China, Hindú y Ayurvédica) para aliviar problemas digestivos, como un antiinflamatorio y como cicatrizante en uso tópico (Bluementhal, 2000; Taylor y Leonard, 2011). Los responsables de la actividad biológica de la cúrcuma son los compuestos curcuminoides, especialmente la curcumina, un producto del metabolismo secundario.
Algunos de los efectos medicinales estudiados de la curcumina tiene varios efectos:
Reducción de inflamación
Prevención y Control de infecciones
Prevención de la arterioesclerosis
Protección hepática
Procesos alérgicos respiratorios y cutáneos
Afecciones gastrointestinales como la enfermedad inflamatoria intestinal
Psoriasis o eczemas
Prevención de cáncer (especialmente Colon, próstata y seno, entre otros)
Capacidad antioxidante
La cúrcuma posee también propiedades nutricionales muy interesantes. Como se puede observar en la tabla, Cuando se consume la raíz completa, aporta además de los curcuminoides, una amplia gama de macro y micro nutrientes como vitaminas, minerales, proteínas, carbohidratos y lípidos.
Cuando se consume la cúrcuma de manera directa, podemos aprovechar también su contenido de proteínas, minerales y vitaminas, los cuales contribuyen a fortalecer el estado nutricional.
Las propiedades medicinales de la cúrcuma se atribuyen a la bioactividad de los componentes producidos en las rutas del metabolismo secundario: compuestos fenólicos y aceites volátiles.